CRISIS HUMANITARIA EN AMÉRICA LATINA
FUI FORASTERO Y ME ACOSTÉIS
FUI FORASTERO Y ME ACOSTÉIS
Por: Andrés Felipe Rojas
América
Latina está sufriendo una de las crisis humanitarias más alarmantes de este
milenio, ya no podemos permanecer indiferentes frente a los que sufren a causa de
las injusticias políticas y de los malos gobiernos. Sólo cuando entendamos que
más allá de las fronteras en los países, somos un solo pueblo, que camina y que
lucha, somos tierra americana, construidos bajo una misma realidad, pero unos
por su historia gozaron de más desarrollo y una brecha entre los del norte y el
resto se hizo evidente, no somos de tercer mundo, ni somos tampoco países en
vía de desarrollo.
Latina está sufriendo una de las crisis humanitarias más alarmantes de este
milenio, ya no podemos permanecer indiferentes frente a los que sufren a causa de
las injusticias políticas y de los malos gobiernos. Sólo cuando entendamos que
más allá de las fronteras en los países, somos un solo pueblo, que camina y que
lucha, somos tierra americana, construidos bajo una misma realidad, pero unos
por su historia gozaron de más desarrollo y una brecha entre los del norte y el
resto se hizo evidente, no somos de tercer mundo, ni somos tampoco países en
vía de desarrollo.
Somos
un pueblo que ha sido herido y maltratado, vendido y acabado, por culpa de los
malos gobiernos en todo américa latina, nuestras tierras han sobrellevado,
hambrunas, dictaduras, guerras civiles, narcotráfico y pobreza. Y ahora
enfrenta una situación igual de lamentable: La inmigración, muchos hermanos
nuestros han salido de nuestros países, Colombia, México, Venezuela, Cuba, entre
otros. Por muchos factores y muchas razones. Frente a esto como verdaderos
cristianos debemos anunciar un mensaje Evangélico que nos llama a recordar que
más que las fronteras y los muros de división y de odio somos cristianos que
creamos puentes, caminos y hogares para los forasteros.
un pueblo que ha sido herido y maltratado, vendido y acabado, por culpa de los
malos gobiernos en todo américa latina, nuestras tierras han sobrellevado,
hambrunas, dictaduras, guerras civiles, narcotráfico y pobreza. Y ahora
enfrenta una situación igual de lamentable: La inmigración, muchos hermanos
nuestros han salido de nuestros países, Colombia, México, Venezuela, Cuba, entre
otros. Por muchos factores y muchas razones. Frente a esto como verdaderos
cristianos debemos anunciar un mensaje Evangélico que nos llama a recordar que
más que las fronteras y los muros de división y de odio somos cristianos que
creamos puentes, caminos y hogares para los forasteros.
Es
triste ver la realidad de muchos latinos en Estados Unidos, que trabajan como
jornaleros, agricultores, obreros y otros muchos oficios más que sólo la
humildad de los pobres puede realizar y que se ven amenazados, porque no gozan
de los mismos derechos y son mal pagados. Pero más cerca de nosotros está la
situación de Venezuela y cómo muchos hermanos venezolanos están llegando a
Colombia, buscando trabajo, harina y justicia; repito no podemos permanecer
indiferentes frente al Cristo que llega del exterior y que se siente rechazado
y discriminado por estar en un pueblo ajeno al suyo. Es deber de nosotros como
cristianos y cómo vicentinos abrir antes que las puertas de nuestro hogar, las
puertas de nuestro corazón para dejar entrar en él, el dolor de los que sufren
y pasan hambre.
triste ver la realidad de muchos latinos en Estados Unidos, que trabajan como
jornaleros, agricultores, obreros y otros muchos oficios más que sólo la
humildad de los pobres puede realizar y que se ven amenazados, porque no gozan
de los mismos derechos y son mal pagados. Pero más cerca de nosotros está la
situación de Venezuela y cómo muchos hermanos venezolanos están llegando a
Colombia, buscando trabajo, harina y justicia; repito no podemos permanecer
indiferentes frente al Cristo que llega del exterior y que se siente rechazado
y discriminado por estar en un pueblo ajeno al suyo. Es deber de nosotros como
cristianos y cómo vicentinos abrir antes que las puertas de nuestro hogar, las
puertas de nuestro corazón para dejar entrar en él, el dolor de los que sufren
y pasan hambre.
Forastero
fui, y no me has acogido; que las ideologías de xenofobia, nacionalismo y odio
no cierre las puertas de nuestro corazón a aquel, que está a la puerta y nos
llama. Venezuela sufre a causa de una mala política que la estaba llevando a la
hambruna, independientemente que seamos partidarios o no de un movimiento
político, debemos recurrir a nuestra solidaridad frente a los actos que van en
contra de la dignidad humana.
fui, y no me has acogido; que las ideologías de xenofobia, nacionalismo y odio
no cierre las puertas de nuestro corazón a aquel, que está a la puerta y nos
llama. Venezuela sufre a causa de una mala política que la estaba llevando a la
hambruna, independientemente que seamos partidarios o no de un movimiento
político, debemos recurrir a nuestra solidaridad frente a los actos que van en
contra de la dignidad humana.
Detrás
de esos inmigrantes, hay niños, madres y jóvenes con sueños e ilusiones igual
que nosotros, hay hombres que trabajan y buscan cada día llevar a sus hijos el
pan cotidiano. No permanezcamos indiferentes frente a este éxodo de hermanos y
hermanas que caminan por las sendas de américa buscando un sueño que se
convierte en muerte.
de esos inmigrantes, hay niños, madres y jóvenes con sueños e ilusiones igual
que nosotros, hay hombres que trabajan y buscan cada día llevar a sus hijos el
pan cotidiano. No permanezcamos indiferentes frente a este éxodo de hermanos y
hermanas que caminan por las sendas de américa buscando un sueño que se
convierte en muerte.
Familia
vicentina, debe ser la abanderada en responder a las situaciones de pobreza a
causa de la inmigración, de los indocumentados y de los ilegales, debemos ayudar
a poner frente a esta nueva problemática que afronta nuestro continente.
vicentina, debe ser la abanderada en responder a las situaciones de pobreza a
causa de la inmigración, de los indocumentados y de los ilegales, debemos ayudar
a poner frente a esta nueva problemática que afronta nuestro continente.
¡Jesús
que no nos sorprendas, siendo indiferente frente al peregrino que camina junto
a nosotros!
que no nos sorprendas, siendo indiferente frente al peregrino que camina junto
a nosotros!
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