BEATO
PEDRO RENATO ROGUE, C.M.
Mártir de
la Eucaristía y de la Caridad
(1758 . 1796)
Fiesta
el día 02 de Septiembre
Nace el 11 de junio
de 1758 en la ciudad de Vannes de la Bretaña francesa, en el seno del
matrimonio formado por Claudio Renato Rogue y Francisca Loiseau, siendo bautizado
el día siguiente de su nacimiento y se le impuso el nombre de Pierre-René. No llegó
a conocer a su padre que murió a los tres años de nacer él en uno de sus
continuos viajes con el fin de conseguir mercancías para el pequeño comercio que
poseían en peletería y sombrerería.
La ausencia del padre
fue llenada por la Sra. Francisca que fue para él padre y madre y quien lo educó
en la vida cristiana infundiéndole sólidos valores que Pedro Renato supo
asimilar. Confío su instrucción a los Padres Jesuitas del colegio Saint Yves. Formó
parte de la Congregación mariana del Colegio y en ella profundizó en la
devoción a la Virgen que le perduraría durante toda su vida.
Cuando fue suprimida
la Compañía de Jesús, este colegio pasó a la dirección de sacerdotes del clero
diocesano.
Al terminar sus estudios
de humanidades, volvió a casa, tenía diecisiete años, era bajito de estatura y
no gozaba de muy buena salud. Sentía un brote vocacional al sacerdocio pero se
preguntaba si ¿le admitirían en el Seminario? Después de un año de pensarlo,
meditarlo y discernirlo con los parientes de su madre en Bourges, decidió
llamar a las puertas del seminario diocesano de su ciudad natal, que estaba
regentado por los Padres de la Misión, Hijos de San Vicente de Paúl, desde el año
1702.
En la parroquia de
Nuestra Señora de Mené, que estaba al lado del seminario y de manos del Obispo
de la diócesis, Mons, Sebastián Miguel Amelot, recibió primero la tonsura el 15
de marzo de 1777; las Ordenes menores el 20 de marzo de 1779; el Subdiaconado
el 23 de septiembre de 1780, el Diaconado el 22 de septiembre de 1781 y por último,
el Presbiterado el 21 de septiembre de 1782, celebrando su primera misa en dicha
iglesia el día siguiente a su ordenación.
Su primer destino no
fue una parroquia, como solía ser para la mayoría de los neosacerdotes, sino
que su obispo le encomienda la capellanía de la Casa de Ejercicios espirituales
y retiro para mujeres, donde continuó su dedicación a la oración y al estudio.
Es en este tiempo,
motivado por la vida ejemplar de aquellos Padres, que fueron sus maestros en el
seminario, cuando Pedro Renato va descubriendo la llamada del Señor para entrar
en la Congregación de la Misión. Y con la ayuda de Dios y la bendición de su madre,
emprendió viaje a París, para ingresar en el Seminario Interno de San Lázaro;
aquel enorme caserón donde vivió muchos años San Vicente de Paúl.
Llega a la Casa Madre
el 25 de octubre de 1786 y como ya era sacerdote y se había formado con los
Padres de la Misión, el Superior General, ante la necesidad de un profesor de
teología dogmática en el seminario mayor de Vannes, le envía allá, para que al
mismo tiempo que realiza su Seminario Interno, diera clases. Así que al
comenzar el año 1787, vemos al P. Pierre-René en el seminario de su tierra
natal, para mayor contento y alegría de su madre y de cuantas personas que habían
convivido con él.
Emitió sus votos el
26 de octubre de 1788 y al tiempo de dar sus clases de teología dogmática en el
seminario, ejerce como vicario en la parroquia Nuestra Señora de Mené, la misma
que ya vio como recibía las distintas órdenes hasta llegar a sacerdote. Y en
esa situación se encontraba cuando el 12 de julio de 1790 fue votada en París
por la Asamblea Constituyente la Constitución Civil del Clero. Junto a un grupo
de sacerdotes de Vannes, la estudió llegando a la siguiente conclusión:
«El Estado no tiene
derecho a modificar la constitución de la Iglesia. Si se acepta esta ley, la
Iglesia de Francia conocerá la misma situación que la de Inglaterra: el Papa ya
no será la cabeza; será el Rey quien regirá la Iglesia, nuestra Iglesia dejará
de ser católica y será nacional. Por tanto debemos seguir a la Iglesia y no
aceptar separarnos jamás de ella»
Debido a esta
negativa el Obispo es expulsado por las autoridades municipales y su palacio
saqueado lo mismo que el seminario. Sus bienes confiscados, los sacerdotes
dispersados, deportados o encarcelados y los seminaristas enviados a sus casas.
Nuestro P. Rogue
elige quedarse por fidelidad a su vocación y a su pueblo «El buen pastor no
abandona a sus ovejas» y en la clandestinidad sigue visitando a sus feligreses
y reuniéndose en casas amigas para celebrar la Eucaristía y los demás sacramentos,
atendía a los enfermos y ayudaba a los seminaristas que acudían a él.
La Nochebuena de 1795
el P. Pierre-René Rogue acompañado de un feligrés salió a repartir la Sagrada
Eucaristía cuando nota que le siguen dos .patriotas. y pide a su compañero
que se aleje para que no le agarren. Él es aprehendido y conducido a la oficina
departamental. Los magistrados que allí había, todos amigos o conocidos del P.
Rogue, trataron de que escapara, pero él no quiso para no comprometerles. Lo
que si les pidió y le fue concedido es consumir las hostias consagradas,
retirado y de rodillas. Le condujeron a la cárcel en donde se encontró con
muchos sacerdotes conocidos y amigos. El 2 de marzo de 1796, es llevado ante el
tribunal (que paradoja) que estaba en la que fuera casa de
Ejercicios y Retiro
para Mujeres en donde comenzó su ministerio sacerdotal. La sentencia se dictó
clara y sonora: Condenado a morir en la guillotina.
Ya está todo
preparado para la ejecución. El P. Pierre- René es conducido a la plaza del
mercado de la ciudad. Son las tres de la tarde del día tres de marzo de 1796.
Durante el trayecto se despide de personas y lugares queridos bendiciéndolos de
todo corazón. Hay mucha gente entre los mirones. El verdugo también reconoce al
Padre, se detiene un momento. El P. Rogue le anima: «Amigo, cumple con tu
deber» Y elevando como Jesús sus ojos al cielo, ora: «Señor, en
tus manos encomiendo mi espíritu». La guillotina cortó su cabeza.
Se inició el proceso
para su beatificación el año 1908. Y el Papa Pío XI, el 10 de
Mayo de 1934, en la
Basílica de San Pedro, mandó inscribir a Pedro Renato Rogue en el número de los
beatos.
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