CONFERENCIA LATINOAMERICANA
DE PROVINCIAS VICENTINAS
-CLAPVI-
“V CURSO DE
FORMACIÓN DE FORMADORES”
Seminario
Villa Paúl
Lunes 8 de
febrero de 2016
RATIO
FORMATIONIS – CAPÍTULO VII
CRONICA OCTAVO
DÍA
P. Chuno, C.M
Luego de un reparador fin de semana, retomamos el
trabajo diario. El día sábado los participantes extranjeros del encuentro tuvimos
la oportunidad de conocer algunos de los muchos atractivos turísticos del
departamento de Cundinamarca y Bogotá: la Catedral de la Sal, el Museo de Oro, el
cerro de Monserrate… siempre bien acompañados por los seminaristas de Funza. El
domingo tuvimos un paseo a Chinauta, municipio de Fusagasugá, donde la
provincia de Colombia tiene una casa de encuentros y retiros, en una zona
cálida, a sólo dos horas de Bogotá.
Hoy
lunes, empezamos el día con la celebración eucarística, esta vez presidida por
el P. Marlio Nasayó. Se celebró la memoria de la Beata Sor Rosalía Rendu, Hija
de la Caridad. El P. Marlio destacó la
prudencia y el acierto de sor Rosalía para ayudar a Federico Ozanam a discernir
su vocación laical como evangelizador y servidor de los pobres.
Reunidos
en la sala de conferencias, el P.
Orlando Escobar, Visitador de Colombia, motivó a los presentes para hacer una
breve evaluación de la primera semana del curso. Se destacaron los siguientes
aspectos:
·
la creatividad de
los ponentes para presentar con profundidad y claridad los temas
·
la cordial
acogida de todos los cohermanos de la provincia.
·
la participación
y disponibilidad de los seminaristas (Seminario Interno y Teologado), y la
buena integración que se ha logrado con los demás misioneros.
A
continuación, el P. Orlando presentó al P. Gilson Cézar Camargo, CM. de la
Provincia de Curitiba, Brasil, Vicario Parroquial y Profesor de Teología, quien
trabajó durante varios años en el Departamento de Liturgia del CELAM. P. Gilson
empezó diciendo que a pesar de la dificultad del idioma se sentía muy cómodo
porque todo vicentino habla el idioma del amor y del compromiso con los pobres…
y ese leguaje lo entendemos todos.
Señaló que el Seminario Mayor no es un lugar de
formación de futuros sacerdotes, sino el lugar
donde se ofrece la oportunidad de tener una identidad cristiana. En este
sentido los capítulos 7 y 8 de la Ratio Formationis expresan una preocupación
por situar la formación en dos ejes: Teología y Carisma.
Ambos ejes guardan una mutua relación puesto que la
Teología sostiene la actualidad y la eficiencia del carisma vicentino, y el
Carisma enriquece la reflexión teológica. El punto de encuentro del Carisma y
la Teología es la Salvación. En la Teología está expresado el sueño de
Jesucristo, y en el Carisma está expresado el sueño de san Vicente de Paúl.
¿Cómo ilusionar a los jóvenes en formación con el sueño de Jesucristo y de san
Vicente? Esto nos lleva a una realidad novedosa y exigente: la mistagogía del
Seminario Mayor.
Luego P. Gilson habló de la Salvación como PROYECTO, REVELACIÓN Y SANTIFICACIÓN.
Dios
tiene un PROYECTO que es posible comprender por las señales que lo expresan: el
amor, el perdón, la justicia, la solidaridad, el compartir, la fraternidad…
frente a estas señales descubrimos otras que son propias de un mundo sumergido
en las tinieblas del pecado: la violencia, la corrupción, el egoísmo, la
desigualdad social, la discriminación en todos los niveles… ¡La salvación es
creer que el Proyecto de Dios es posible!
El
proyecto de Dios ha sido REVELADO,
se ha hecho persona, se ha hecho carne: Jesucristo es la revelación del
proyecto de Dios a través de su vida y su misión. Si el Seminario Mayor es el
espacio donde se forja una auténtica identidad cristiana, entonces la formación
debe posibilitar aquel coraje necesario para asumir el proyecto de Jesucristo
hasta las últimas consecuencias, en la obediencia a la voluntad del Padre y en
el servicio a los hermanos.
El
Espíritu Santo es quien nos da el coraje, la fuerza para comprometer toda
nuestra vida en la realización del proyecto de Dios. La SANTIFICACIÓN es la plena realización del proyecto de Dios en
nuestras vidas, en nuestro mundo, en la historia. Toda esta realidad salvífica,
¿ilusiona a los estudiantes en esta etapa de la formación?
En
la segunda parte de la exposición, P. Gilson habló del Carisma Vicentino. La mistagogía de san Vicente de Paúl se
fundamenta en tres puntos:
1.
El coraje de
abrir los ojos a la realidad de su tiempo.
2.
Una vida en
constante cambio, conversión, metanoia.
3.
Una respuesta
eficaz al clamor de los pobres de su tiempo.
El
Carisma Vicentino nació de hechos de la vida, de la realidad. Concretamente de
dos acontecimientos que marcaron la vida de Vicente: Gannes-Folleville y
Chatillon- les- Dombes. A través de estos sucesos, san Vicente se encuentra con
Jesucristo Misionero y Servidor de los pobres, y hace de esta experiencia el
centro de su fe y actividad.
Tradicionalmente
se ha hablado de las “tentaciones” de san Vicente, a saber: la vergüenza por su origen pobre (más que
vergüenza, es disconformidad), la curiosidad
por saber, conocer, poseer, todo en provecho propio, y la ambición que lo llevó a buscar inicialmente puestos importantes que
le permitieran un “honroso retiro” para dedicarse a su familia. Pero, los tres
puntos sobre los que se fundamenta la mistagogía de Vicente, permitieron que
estas tentaciones enriquezcan el carisma y marquen tres actitudes del misionero
vicentino: no conformarse ante una
realidad que es contraria al proyecto de Dios, curiosidad que nos lleve a mirar más allá y una ambición que nos comprometa cada vez más
en el servicio a los pobres, de manera que todo esfuerzo nos parezca poco.
Durante
el almuerzo, dimos gracias a Dios por el don de la vida de nuestro cohermano
William Benavides, de la vice-provincia de Costa Rica, quien el día de ayer
cumplió años… ¡Felicidades P. William!
Por
la tarde, se formaron nuevos grupos de trabajo que reflexionaron en torno a los
puntos expuestos por el P. Gilson. El compartir en plenario fue muy
enriquecedor y podemos resumir todos los aportes en dos puntos:
·
Tenemos una
identidad cristiana, por el bautismo, con un carisma particular que enriquece
esta identidad.
·
Tenemos un
carisma que nos impulsa hacia los pobres a partir del proyecto salvífico de
Dios.
El
día de mañana veremos cómo se articulan todas estas ideas con la propuesta
formativa de la Ratio Formationis para la etapa del Seminario Mayor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario